De macho




No me siento más hombre que otros hombres,
ni soy menos, tampoco, lo aseguro.
Voy llevando mi vida sin apuro,
no se apura quien nunca hizo mal.
Me enseñaron, de pibe, a ser derecho
y a enfrentarme sin miedo a la verdad,
tengo un «cuore» bien grande en este pecho,
siempre abierto al amor y a la amistad.

¡Macho!
De la cabeza a los pies.
Pero es difícil ser macho
si no se vio de muchacho
rodar la vida al revés.
Si no se anduvo en la mala,
si no aguantó una rodada,
mordiendo bien su dolor.
¡Macho!
Muy pocos saben lo que es.
Yo lo aprendí de muchacho
y no es pa’ todos ser macho
de la cabeza a los pies.

Yo he sabido querer y me han querido,
y no niego, también, haber llorado
como todo varón cuando es golpeado,
pero siempre con llanto de varón.
Lo que digan de mí, no me hace mella,
y estoy siempre del lao’ de la razón.
Yo he sabido elegir mi propia estrella
y con ella me alumbro el corazón.